Uno de los valores más importantes es respetar al cliente.
Muchas veces dentro de una empresa la cultura de que el cliente no tiene la razón llega a tal grado de obligarlo a hacer cosas que no están planeadas, se orilla al cliente a algo hasta que no puede decir que no.
Muchos tenemos experiencias de lugares que parecían buenos pero al momento de pagar resulta que había cargos extra que nunca nos informaron, los terminamos pagando pero quedamos con una experienca poco grata del lugar, una sensación de falta de honestidad.
Esto es un problema de cultura y respeto, no es como que una persona pueda tomar desiciones por toda la empresa, incluso si los que hicieron la acción despreciable se excusan diciendo que estaban siguiendo órdenes… ¿Cómo los hace sentir?
Uno de los ejemplos más comunes es cuando estás pagando por un servicio y los que lo ofrecen insisten en que compres más cosas a tal grado que se vuelve molesto, es aún peor cuando se aprovechan de la confianza que has puesto en el servicio o producto y empiezan a hacer cosas que si bien no son legales tampoco son éticas.
Quizá sea obvio que al usar Facebook nuestra información es usada para catalogarnos, después de todo es claro que el negocio de Facebook se concentra en el entender comportamiento de los usuarios y poder vender esa información presentada de diferentes maneras.
¿Por qué Telcel tendría que poner anuncios en mi teléfono?
Ya soy cliente, pago mensualmente por el servicio, pagué por mi teléfono. Telcel no tiene derecho a interceptar mis datos y colocar anuncios con los cuales ellos ganarán dinero.
Telcel y Cablemás por nombrar sólo algunas, son compañías que han interceptado la comunicación entre el servicio que ofrecen y los dispositivos de sus clientes para colocar anuncios. Hacen esto con la finalidad de extraer más dinero del que ya están obteniendo y sin nuestro consentimiento.
Es un problema mucho más grande de lo que parece ya que el tipo de empresas que recurren a estas prácticas suelen tener personal incompetente en seguridad lo que ha hecho que nuestra información personal pueda ser accedida por terceros.
Hace unos días también Microsoft fue de nuevo un personaje que no respeta a sus usuarios.
Es bien sabido que durante meses Microsoft ha sido insistente con las actualizaciones hacia Windows 10, tratando de que la mayoría de las personas que usan Windows 7 o Windows 8 usen el nuevo sistema operativo.
En varios aspectos es mejor a las versiones anteriores pero también los usuarios tienen razones muy válidas para no actualizar.
Cuando actualicé la computadora familiar a Windows 10 noté una baja drástica en rendimiento, no es porque Windows 10 sea lento, al contrario, tengo la sensación de que es mucho más rápido que la versión anterior pero este nuevo sistema no tiene compatibilidad con la tarjeta gráfica que uso, es una tarjeta vieja pero ayudaba mucho al rendimiento de esa computadora y de haber sabido que no era compatible creo que no hubiera actualizado.
Muchas personas están en situaciones similares, no actualizan a Windows 10 porque no quieran, es que su trabajo o dispositivos no les permiten cambiar su sistema operativo sin que las cosas que usan dejen de funcionar.
Microsoft no toma en cuenta esto y menos cuando la ventana que ofrece la actualización ni siquiera da la opción de no actualizar pero peor aún, cerrar la ventana ahora significa que aceptas actualizar.
Esta semana al dar click en el botón cerrar cuando se muestra la actualización Windows 10 empieza a instalarse, en la ventana ni siquiera hay un botón de cancelar.
¿Es éste el tipo de compañía que quieres tener?
¿Quién aprobó semejante ajuste y quién se atrevió a implementarlo?
Publicado por Julio Montaño el 31/May/2016.