Y el centro de Pachuca
Cuando estaba en tercer grado de la escuela primaria, debí tener 7 años y fue entonces cuando me pidieron por primera vez un trabajo que podía ser impreso.
Había dos requisitos:
El primero era llenar una hoja de texto, la famosa cuartilla.
El segundo es que tenía que estar escrito con Arial a 12pt.
No tengo idea de que procesador tenía la computadora de la casa, lo único que recuerdo era estar usando Windows 98 en un monitor CRT Acer de tal vez 14 pulgadas y que tenía dos discos duros de 20Gb cada uno. Los programas en los que no me perdía mucho eran Paint y Microsoft Word 95. Desde entonces sentía que la UI de Windows era horrible.
Las fuentes (no, aquí no son familias tipográficas) que más me agradaban en esa computadora eran Tw Cen MT y Times New Roman. Times New Roman porque se parecía mucho (a mis ojos de niño) a Palatino Linotype, que estaba instalada en las computadoras del café internet a donde iba a imprimir. Cómo me gustaba Palatino Linotype.
Y cómo odié a esa señora que me hizo imprimir en Arial 12 por primera vez.
Con el paso del tiempo, cuando un profesor no pedía como requisito que la tarea estuviera impresa en Arial 12 siempre había alguien que la iba a entregar en Comic Sans y en ocasiones, había quienes entregaban sus tareas en Papyrus porque parecía algo que tenía que ver con Egipto, y mis ojos lloraban al ver Ransom Note, en la que cada letra es de un estilo diferente.
Mis tareas las trataba de entregar con Palatino o en Tw Cen MT aunque la última no me agradaba mucho porque siempre que la usaba tenía que agrandarla mucho comparada con otras fuentes.
El problema es que alguien pensó que era buena idea usar y exigir Arial 12. ¿Por qué?
No tengo idea pero creo poder saberlo y una de las razones más fuertes es: consistencia.
La mayoría de los “profesores” prefieren cantidad a calidad, si algo tiene 1000 palabras pero se pudo resumir en 50, son mejores las 1000 palabras porque en teoría el escribir más sobre algo implica tener mayor conocimiento acerca del tema, en la práctica puede ser al revés, escribir menos significa un mayor nivel de abstracción y comprensión.
La mayoría de los “profesores” prefieren cantidad a calidad.
Es evidente que les importa la cantidad porque piden un número de páginas, piden Arial y la piden en tamaño 12 de modo que todos los trabajos tendrán la misma presentación y será más fácil juzgar por su tamaño.
La otra razón que pudo ser la causa es la capacidad de un profesor para ejercer autoridad, creer que un trabajo escrito en Arial 12 es formal o presentable e inculcar en sus alumnos la misma errada idea. Llegamos al punto donde documentos legales, convocatorias, cartas y recibos suelen ser requeridos con Arial 12. ¡Basta!
La remodelación del centro de Pachuca por alguna razón siguió con este problema. El problema no fue como pintaron y reacondicionaron las fachadas de los edificios, le da un ambiente agradable pero cometieron un gran error.
Usaron Arial para los nombres de los comercios.
Arial.
Arial tiene todo lo que está mal al colocar un logo o un nombre, Helvetica hubiera sido una mala decisión pero Arial es terrible y es aún peor la ejecución.
Edificio y Orba están muy juntos. La ‘a’ al final de pública parece que es otra palabra.
Si aún no lo notas, observa mejor la separación entre cada letra. Es inconsistente y carece de sentido. Pierde legibilidad y los materiales con los que están elaboradas no comunican el mismo ambiente que las fachadas de los edificios.
Y se les olvidaron las tildes.
Prácticamente sin espacio, tuvieron que separar por mucho las dos palabras.
Una mucho mejor implementación.
El nombre del lugar a la misma altura que los de al lado, ignorando por completo que el espacio no es el mismo y se ve congestionado, apretado, mal puesto, mal pensado.
Y no, no todos los lugares estaban obligados a usar Arial, pudieron haberlo hecho mucho mejor.
La mejor de todas, Trico. Una de las peores abajo a la derecha.
Si quieren saber más acerca de cómo escribir un buen documento y por qué no usar Arial o Comic Sans (y saber que usar) recomiendo el siguiente libro que se puede leer gratis por internet: Butterick’s Practical Typography.
En mi siguiente post no estoy seguro si hablar de mi nuevo teléfono, Lumia 630 o cerrar el año con uno acerca de lo que aprendí y viví en el 2014. Por cierto, el canal de YouTube ya está muy cerca.
Actualización Diciembre 7: Acabo de tener algo que podría llamar una emergencia y tristemente, creo que dejaré el proyecto de YouTube a un lado, era algo que me encantaría haber hecho pero voy a priorizar cosas y personas más importantes en mi vida. Gracias por su comprensión.
Publicado por Julio Montaño el 06/Dic/2014.