2017

2017 fue el año donde todo sucedió diferente.

Mi visión de cómo terminaría éste año y la realidad son dos cosas casi opuestas, no es que esté terminando mal el año (aunque sí) pero durante estos meses tomé decisiones de las cuáles aún no estoy seguro si fueron las correctas, pero me tienen aquí.

Éste año me atreví a hacer cosas que no había hecho antes, lo recordaré como el año donde descubrí y aprendí muchas cosas sobre la vida en general y también sobre mí.

Aunque tengo aún varios libros pendientes, sin duda 2017 fue el año que más he leído…

Tengo la impresión de que leí mucho más, quizá es porque algunos libros no los he terminado de leer:

En cuanto a películas… fue interesante, recuerdo no haber visto tantas películas pero la mayoría de ésta lista no pensé que fueran a gustarme y terminé sorprendido. Dentro de 10 años nos vamos a preguntar con quién fuiste a ver La La Land o Blade Runner 2049 al cine.

Las mejores películas que vi éste año fueron:

Seguí viajando entre la CDMX, Puebla y Pachuca. Me subí a un avión por primera vez, conocí Guadalajara y Querétaro. Me quedo con ganas de conocer Oaxaca que era mi plan estos días del año, tuve que cancelarlo.

Cada vez me siento más cómodo conociendo lugares nuevos, espero que poder conocer Oaxaca en 2018.

Fui a la marcha del orgullo gay en la CDMX, fue mi primera vez en una marcha de cualquier tipo, conocí la Churrería El Moro, la Casa de Toño, Coyoacán, la Cineteca Nacional y descubrí que las pasas no saben feo.

Mi abuela dejó de estar con nosotros.

Conocí más lugares en Puebla.

Cometí muchos errores con mi relación con ella, errores con mi persona que estoy tratando de arreglar.

Tuvimos uno de los peores terremotos en la historia de la Ciudad de México, fue uno de los momentos más impactantes que he presenciado y hasta la fecha tengo pesadillas y miedo de que algo así o peor suceda.

Las fotos que tomé ese día las perdí dos días después del terremoto, caminando por la ciudad de noche, alguien decidió que podía valer más la pena mi celular que mi vida.

El teléfono que me robaron

Chester Bennington se quitó la vida, un evento ajeno pero que también definió mi año

En cuanto a trabajo…

Empezar el año fue difícil, me cambié de Mazing a Resuelve y aunque el cambio ha sido en general para bien, mi nuevo equipo ha traído cambios en mi vida y forma de ser.

El futuro de React, Eventloop 2017. Ciudad de México.

En mayo di mi primer plática en Eventloop titulada El futuro de React. Poco después me invitaron a formar parte del equipo que hace que Eventloop sea posible y es un honor poder continuar el trabajo de personas a quienes admiro tanto.

He aprendido mucho, he mejorado muchísimo mis habilidades como desarrollador de software aprendiendo nuevas tecnologías y mejorando mis técnicas en otras, también he implementado mejores flujos y automatizado cosas para poder usar mi tiempo en cosas que tengan un poco más de provecho.

Uno de mis años más activos en desarrollo.

Y… personalmente, las cosas no están bien.

He cometido muchos errores varios aspectos de mi vida, al grado en el que he alejado a muchas de las personas más cercanas a mí.

No siento que deba de hablar mucho al respecto, empecé a ir a terapia hace un par de meses y espero poder contar con las herramientas para mejorar muchos de mis defectos de personalidad, ser más constante con mis palabras y acciones y estar para las personas que lo necesitan.

Me he enfocado tanto en la parte profesional que he dejado lo humano de lado, si tuviera metas para el 2018 serían mejorar mi persona y mis relaciones con las personas que quiero y con las que quiero estar.

Al final del año dejé de escribir, de tomar fotografías, de hablar con las personas. Estoy en una etapa muy difícil y estoy luchando fuerte para poder salir de ella.

Gracias a todos los que compartieron conmigo este año. Espero que el próximo, aunque un número, sea mucho mejor.

Publicado por Julio Montaño el 31/Dic/2017.