Disclaimer: Escrito poco antes del gran paro del IPN, hace casi un año.
Entré a la universidad con la idea de que sería uno de los mejores programadores del país, que en la escuela estaban los mejores alumnos de todo el país, el mayor nivel educativo, las mejores aulas. Entré pensando que al finalizar mi primer año tendría hecho mi primer videojuego y que me graduaría a los 21.
Ni cerca.
La educación pública en México tiene problemas muy grandes que muchos prefieren ignorar porque es gratuita, instituciones como el IPN, la UNAM o la UAM viven grandes problemas y muchos alumnos creen que no podrían estar peor, creen que así deben ser las cosas y no conocer algo mejor los limita a ver mas allá.
En ESCOM hay varios tipos de alumnos que clasifico conforme a lo que hacen actualmente y a lo que quieren hacer.
Están los alumnos que van únicamente para lograr una buena calificación, promedios excelentes, apuntes envidiables y razonamiento matemático excepcional, su lenguaje de programación favorito es Java o C++ y todos sus proyectos han sido proyectos escolares, son las joyas de ESCOM, de la escuela pública, de la SEP. Son los empleados perfectos.
También están los que no se preocupan tanto por tener un promedio perfecto pero tampoco hacen algo más, cero creatividad, cero miradas al cielo. Van a la escuela por ir y afuera de ella no hacen nada más, ellos son los que me preocupan.
Están los que no sé por que están. No son muy brillantes, no son brillantes para nada. Prefieren revisar su celular en un examen antes de mínimo hacer el intento para resolverlo, sus materias las colocan con los profesores barcos y se la llevan así toda la carrera, logran un promedio aceptable, sus capacidades de programación son mínimas, de alguna forma han sobrevivido.
Existen quienes están ahí por la fuerza, porque no tuvieron de otra o porque no sabían que hacer con su vida. Escogieron mal la carrera pero por cuestiones económicas y/o familiares no pueden empezar de nuevo, es demasiado tarde para abandonar la nave.
Hay otro tipo, el que está ahí solo para obtener un título, el que puede aprender por su cuenta, a veces tiene side-projects, de éstos hay a quienes les preocupa su promedio y a los que no, son los que más me agradan y si me tuviera que colocar en algún grupo sería aquí.
La mayoría de las personas en la escuela tienen un pasatiempo, videojuegos, anime, deporte, lectura, danza, dibujo. Hasta el momento no he conocido a nadie sin un pasatiempo, eso me agrada.
Un profesor puede definir tu semestre, no se trata de decir si es bueno o malo solamente por la calificación que recibiste, se trata de ver lo que puede aportar a tu vida y formación profesional.
Hay profesores que te motivan a aprender, a interesarte en su materia, son los que valen la pena porque aprenderás más de ellos y aprenderás cosas aparte de la escuela, consejos para tu vida.
Existen los que reprueban a todo el grupo (o casi todo) solamente para dar la impresión de que los alumnos no sirven, de que no aprenden, que el profesor es bueno y los alumnos no. Son algunos de los peores profesores en la escuela y no son fáciles de evitar, los directivos saben que existen y no hacen nada por cambiar la situación.
Existen los profesores que se limitan a dar clase, te califican según el programa, el profesor promedio. No es bueno ni es malo, es una carretera sin curvas y sin pendientes para llegar a tu destino.
Y hay otros:
Es la Escuela Superior de Cómputo es genial, comparada con otras escuelas del IPN.
Hay internet bastante bueno en los laboratorios aunque hay que tomar en cuenta que a veces hay que repartirlo entre 50 o más personas, no es problema.
En el último año el asunto del internet en la escuela mejoró mucho, siguen siendo muchos alumnos pero hace un año era imposible conseguir una conexión estable lo cual es indispensable para poder ofrecer instalaciones que permitan el desarrollo de los alumnos.
Las computadoras de los laboratorios son decentes, las que he usado tienen procesadores Intel i5 (Deben ser primera o segunda generación) de 4 núcleos, 8gb de RAM, usan Windows x86 (Coherente) y Linux (La mayoría Ubuntu).
Los salones tienen un tamaño razonable y las sillas no son incómodas, el problema principal son las mesas, algunas mesas se están cayendo y rechinan cada que escribes, te recargas, borras con una goma, etc.
Muchos salones tienen proyectores que no puedes prender sin que un profesor lo pida porque están metidos en una caja de metal, se han robado de la escuela proyectores, computadoras y automóviles.
La biblioteca es muy chica, especialmente en temporadas pico, las sillas son incómodas y algunas tienen tornillos de punta visibles en sus asientos. Afuera de la biblioteca hay mesas que son bastante útiles aunque algunos las odian porque también son el punto de reunión de muchos otros, generando ruido y basura.
Mediocre.
Lo anterior es mi punto de vista. Si lo que realmente se busca es lograr obtener a los mejores empleados entonces tal vez sea decente, no excepcional pero ni siquiera eso se hace bien.
Si vas bien académicamente, te ayudan, tienes derecho a becas, elegir tus profesores, tu horario y los días que vas a la escuela. Escoger profesores barcos en un semestre lleva a muchos a obtener buenas calificaciones lo que los hace volver a escoger al mismo tipo de profesores al siguiente y se repite. Son los peores alumnos.
Existen otros alumnos que tienen buen promedio y habilidades independientemente del profesor que eligen aunque la mayoría opta por los profesores con mejores ratings en Mis Profesores.
Y te conviene ser uno de los dos de arriba porque si no…
Vas los días que hay lugar, a la hora que hay lugar.
Con los peores profesores, por alguna razón sus grupos están vacíos.
Si es de los que reprueban a todos los alumnos, vas a reprobar.
Al siguiente semestre te toca con profesores malos porque reprobaste.
Se repite.
Lo anterior es una bola de nieve, dar un paso en falso en ESCOM puede crecer para mal y es muy difícil salir de una mala situación y recuperarse. He estado y estoy ahí.
La educación superior en México tiene grandes problemas y los institutos grandes como el IPN no están excentos de ellos, la gente prefiere hacer como que no sucede en lugar de hablar.
Estoy felíz de recibir una educación que la mayoría de las personas consideran de alta calidad (al menos en el mundo laboral), especialmente tomando en cuenta que es el fruto de los impuestos que pagamos todos.
Al ingresar me encantó la escuela, ahora la detesto. He crecido y aprendido mucho dentro de ella pero gracias a los problemas a los que me enfrenté ahí aprendí a ser autodidacta, aprendí a leer, entender y crear sin necesidad de un profesor. No es fácil pero es una forma.
Cada día que pasa me pregunto si debería regresar o no a la escuela, después del paro me dí cuenta de que la respuesta a esa pregunta es no.
Pero no se si me atreveré.
Publicado por Julio Montaño el 24/Ago/2015.