No tengo tiempo

Es viernes y quiero publicar esta misma noche. Todo mi 2015 ha sido una montaña rusa de tareas y emociones con las que apenas puedo mantenerme al día.

Hace una semana hubo una reunión de mi clase de algoritmos paralelos, llegué un poco tarde por lo que me perdí la oportunidad de conocer más acerca de la vida de algunos de mis compañeros y llegado el turno de explicar mi persona… ahí empezó todo.

Cuando cualquier persona que estás conociendo te pide que le cuentes sobre tu vida puedes responder con algo concreto, especialmente si la relación no tendrá grandes bases a futuro, si se trata de alguna relación profesional o estás intentando explicar de verdad tu vida entonces puedes extender tu respuesta.

Mi respuesta no es sencilla, estudio en una de las mejores universidades públicas de mi país en una carrera que tiene gran demanda. Trabajo en una tienda de equipo de cómputo, llegué ahí siguiendo mi pasión por la tecnología que tiene su siguiente paso en el canal de YouTube que estoy preparando y está fundado sobre mis conocimientos y pasión por el diseño, fotografía, cinematografía y música.

Es un proyecto que no estaría construyendo si no fuera parte del equipo de ¿Qué Demonios? que en los últimos 28 días ha logrado 100,000 minutos de reproducción de video, según las estadísticas de Google.

Viajo, cada fin de semana, para ver a mi familia, amigos, para seguir con mis pasiones secundarias.

Encima de eso tengo un sitio web que debo mantener y para el que escribo, y lo he dejado abandonado por cuestiones de tiempo. Trato de tener contenido valioso para las personas que lo leen, intento tomar y editar fotografías con calidad para mi cuenta de Instagram, sigo tocando guitarra cuando puedo y escucho podcasts, eso y muchas cosas más que es donde los problemas comienzan a notarse.

A principios de año tuve que dejar un proyecto, una agencia que ayudé a crear. Me dolió tener que hacerlo porque de verdad la sentía parte de mí, la vi crecer y los proyectos en los que participé me hicieron aprender mucho. Lo hice porque llegué a mi límite y el momento de depresión por el que pasaba no me permitía concentrarme en todas las actividades en las que participo.

No tengo tiempo.

Edificio La Nacional en Madero

Reloj, en el Edificio La Nacional. Tomada con el Moto G 2014.

Aprender a decir que no

Tendemos a decir que si porque no queremos decepcionar a otras personas.

Sí, salgamos a ver una película, a comer, a conocer cualquier lugar. Sí, tiene mucho que no nos vemos, deberíamos hacerlo y platicar de nuestras vidas. Sí, quiero ayudarte con esto que me estás pidiendo y lo haré, aunque no vea como puedo hacerlo al 100%.

Estoy empezando a decir que no, ayer en una nueva ola de eventos decidí que dejaré mi empleo actual, una posición de Diseño en Prodigy Computación. Hablé con mi jefe y le comenté la situación, al parecer se lo tomó muy bien. Es un lugar donde he aprendido mucho, he crecido y que me ha dado tanto, pero las cosas deben continuar.

Asumir la responsabilidad del sí y del no

Decir que sí o no viene con consecuencias, eso lo hace sonar mal, hace que de miedo pero no debe ser así.

Si realmente quieres hacer algo y tienes la disponibilidad para hacerlo entonces házlo, si no tienes la disponibilidad debes colocarlo en una balanza contra otras cosas y pensar si es lo que realmente quieres o necesitas, si esta nueva tarea te parece más importante entonces debes dejar a un lado el resto.

Si tratas de poner atención a demasiadas cosas a la vez tu cerebro llega a un límite en el cual no puedes siquiera poner el mínimo de atención a algo sin estar pensando en otra cosa. Es una sensación terrible y no importa que tanto creas que puedes hacer multitasking o que tan multidisciplinario te creas, cuando llegas al límite tienes que retroceder. Seguir no es buena idea y trae consecuencias.

¿Cómo tener tiempo?

Es fácil. Haz una lista de cosas que tienes que hacer o a las que debes y quieres dedicarle tu tiempo, colócalas en un calendario y si alguna de ellas se cruza con otra… elige.

No se tiene tiempo, se hace tiempo.

No hay más, apenas logre terminar mis pendientes con clientes dejaré de ofrecer servicios de freelance a menos que sea algo muy especial. Estoy cortando relaciones interpersonales, dejando de consumir contenido que no aporta calidad, abandonando cosas que me detienen. Estoy dando el siguiente paso.

Elige, no te comprometas con todo. El tiempo es lo más valioso que tenemos y si no lo tienes, hazlo.

Publicado por Julio Montaño el 26/Jun/2015.